La diabetes afecta aproximadamente al 5% de la población mundial. El control anual de fondo de ojos permite la detección temprana de la retinopatía diabética y del edema macular diabético, que generalmente pueden controlarse mejorando el estado metabólico.
En estadíos avanzados de la enfermedad se impone el tratamiento oftalmológico. Las opciones terapéuticas más frecuentes son la fotocoagulación con láser, las inyecciónes intravítreas de drogas antiangiogénicas o corticoides y la cirugía.